Cupido, ese niño inocente, rubio, con ojos azules, dos bonitas alas y un arco en las manos. Han querido transmitirnos una imagen tierna del pequeño en cuestión, pero si observamos un poco su historia veremos que de inocente, nada. El niño tenía más peligro que el bautizo de un gremlin.
Siempre han intentado que nos llegue la maravillosa historia de que Cupido lanzaba flechas del amor. Pero eso es…¡¡mentira!! ¡¡Nos han engañado todo este tiempo!! Cupido cargaba a sus espaldas dos tipos de flechas: unas doradas, con plumas de paloma, que provocaban el amor instantáneo, es decir, las guays. Y otras, de plomo, con plumas de búho, que provocaban la indiferencia. Sí, ésas, las chungas.
El niño la iba liando por la Grecia antigua con las flechas. Lanzaba una con plumas de paloma y cinco con plumas de búho. No tenía escrúpulos. Se partía, viendo a los dioses sufrir por amor.
Pasaban los años y el niño no crecía. Su madre, Venus, empezó a preocuparse. ¿Será enano? En busca de respuestas, se dirigió al oráculo. “El amor no puede crecer sin pasión”. Ésa fue la única respuesta. Venus no llegó a entenderlo, hasta que nació su otro hijo, Anteros, dios de la pasión. Las respuestas llegaron cuando observó que Cupido sólo crecía cuando estaba en compañía de su hermano. Cuando Anteros estaba a su lado, Cupido se convertía en un hombre apuesto y varonil. Cuando se iba, volvía a ser un niño.
Pero, no todo sería tan guay para el niño diablillo. No le importaba demasiado no crecer porque se lo pasaba pipa viendo a los dioses sufrir por amor. Pero, a él, también se le rebotó el karma. Él también se enamoró. De Psique, Alma, una mujer hermosa que no encontraba marido porque ningún hombre se sentía a la altura. La excusa de siempre. En realidad, sería que la tía estaba un poco loca. La cuestión es que Cupido la vio y se enamoró locamente de ella. Pero, había un problema. Ella era mortal, él un dios. Vamos, una historia a lo Sirenita.
En este caso, también había una solución. Si ella nunca lo veía, podrían estar juntos. Cupido la visitaba cada noche y a oscuras, hacían sus cosillas. Ella nunca lo vio. Hasta que Alma se cansó y se dijo a sí misma, a ver, que estoy aquí montándomelo con uno que ni siquiera conozco. Vale, que el físico no importa, pero, para qué engañarnos, sí importa. Así que un día, decidió mirarlo. La curiosidad mató al gato y perdió a su marido. Cupido la abandonó diciendo: “El Amor no puede vivir sin confianza”.
Cuando Cupido la abandonó, supo que estaba enamorada y luchó con todas sus fuerzas para volver a estar junto a él. Los dioses la perdonaron y la convirtieron en una diosa, para que pudiera estar con su amado.
Y así, Cupido y Psique, el Amor y el Alma fueron felices y comieron perdices. De su amor, nació una hija,a la que llamaron Voluptas, que significa placer.
Ésta es la historia de Cupido. El amor que se enamoró del alma. Supongo que sí, que no hay amor, sin amor al alma. Que no se ama lo que está fuera, se ama lo que está dentro. Que puede haber pasión sin amor pero no amor sin pasión y que si no hay confianza, el amor se resquebraja. Que todo lo que te hace sentir vivo es capaz de hacerte sufrir. Hasta Cupido sufrió por amor.
Pero, aun sabiendo que corremos el riesgo de sufrir, todos buscamos el amor, cada día de nuestras vidas, en formas y matices diferentes. Porque siempre ha sido y seguirá siendo bonito verse reflejado en los ojos de otra persona.
A los que lo habéis sentido, a los que lo sentís, a los que queréis sentirlo, a los que siguen buscando, a los que sufrieron por él… A tod@s… Feliz día del AMOR.
¡¡Va por Cupido!!… ¡¡Que vuestro día se llene de plumas de paloma!! 😉
Qué historia tan bonita! Me ha encantado, Lau. Feliz día del amor 😉
Graciassss… ¡¡Viva el amor y viva Raphaela Carrá!! jajajaj 😉
Como la vida misma primi,
Para mi Alma, está un poco loca pero es la que refleja el amor de verdad. Su amor es el que la convierte en Diosa 🙂
Que bonito post! muaks
bea
Sí… alma se deja el alma… 🙂
Precioso Post.
Ahora entiendo por qué dicen aquello de que el amor es ciego!!! Alma no debería haber visto nunca a Amor…..
Muy bonito primins!
Sí… será que es ciego, porque aun viéndolo, lo seguía amando.
Precioso de verdad, pero no puedo pasar por alto la frase “el niño tenía más peligro que el bautizo de un gremlin”, osea, nooooo… De verdad, precioso post, pero el gremlin me ha superao…;)
A mí también me superóooo jajajajja Muy “nuestro” 🙂
Me ha encantado la historia! No tenía ni idea… Y está muy bien q además nos culturices!
Os culturizaré. Lo prometo.